Lo que tenía en la cabeza el 17 de marzo:
Qué onda!
¿cómo va la vida de toda la gente importante para mí (ustedes)? Es muy padre que ahora tenga gente que quiero en muchas partes de México y del mundo. Me hace pensar que podré viajar mucho y tener siempre lugares a donde llegar jejejeje.
Les platico un poco de mis patoaventruas de la semana, no había escrito antes por dos razones: para no aburrirlos y sobre todo, porque no he hecho muchas cosas en los últimos días...
Resulta que el miércoles de la semana pasada fui otra vez de turismo nocturno, esta vez la Politur nos llevó a un pueblo que se llama Huizúcar, un municipio de la Libertad, uno de los 14 Departamentos en los que se divide El Salvador, es parte de la región central junto con San Salvador, Chalatenango y Cuscatlán, tiene parte costera y de hecho Huizúcar está más al sur de San Salvador, osea que está más cerca del mar y hace un poquito más de calor... El pueblito es como un pueblito pintoresco y pobre de México y posee una de las pocas iglesias coloniales aún en pie en El Salvador, nos recibió el alcalde, la banda de vientos, las bastoneras, nos dieron un brebaje que se llama atol chuco, que según yo es como un atole aguado con frijoles y un poquititititito de picante (que como podrán imaginar no me gustó) y un tamal de frijol que estaba bueno, hubo fuegos artificiales y estuvimos ahí un rato en la placita oyendo la banda y al alcalde y al alcalde de otro pueblito que también quiere hacerlo turístico, luego pasamos a la iglesia, está bonita pero muy maltratada, el padre está trabajando por arreglarla, pero pues es un lugar muy pobre y pues ahí andan juntando lana y restaurando retablo por retablo poco a poco. Me llama la atención que la mayoría de construcciones coloniales se hayan derrumbado con los temblores si, por ejemplo, en México también tiembla mucho y hay muuchas construcciones coloniales... supongo que temblará más fuerte aquí, ojalá no me toque (por eso busqué un edificio que tuviera unas columnototas y elementos estructurales aparentemente fuertes jejeje).
Afuera de la iglesia tocó otra banda y hubo baile de moros (que son esos danzantes con máscaras como los que hay en casi todos los países hispanoamericanos incluyendo México) y luego quemaron un torito de esos que es una estructura de carrizos con fuegos artificiales y que va persiguiendo a la gente igualito a los pueblos en México.
Al otro día, jueves, estuve aquí viendo pendientes, llevé al embajador la cuenta del mes para que la revisara y la pudiéramos mandar en la valija y luego me dijeron que había una inauguración de exposición de fotos, pero yo tenía un pendiente más urgente: mis zapatos se habían roto, así que saliendo me fui a poner tenis y luego a un centro comercial a comprar zapatos... ya me dí cuenta que eso de ir solo de compras no me conviene, porque gasto mucho más de lo planeado, pero me compré una guayabera padrísima, unas camisillas y dos pares de zapatos (no me vuelve a pasar).
El sábado aproveché para ir al súper muy temprano, porque si voy ya avanzado el día, hace mucho calor y aunque está a 3 cuadras, ps echárselas con las cosas al rayo del sol, no es muy cómodo. Hacia la noche, pasó Juan Carlos por mí para ir a cenar, para despedir a Rosy que se iba el lunes y estuvo muy agradable, cenamos en un restaurante italiano mono y con comida abundante y muy rica (mmm lasagna!) y ya luego me llevó a mi casa; cuando salí había una fiesta en el área social y cuando regresé (como a las 11:30) ya se había acabado, parece que sí son pollos por acá.
Ya iniciando esta semana, como parte de un festival hispanoamericano, hubo una obra de teatro representando a México, que se llama Benito antes de Juárez, presentada por una compañía de teatro de exalumnos de Filosofía y Letras de la UNAM y pues fui con Bernardo y un matrimonio salvadoreño que prometió que me van a sacar a divertirme (espero). La obra estuvo... rara, las actuaciones buenas y el público escaso; luego de la obra nos pasaron a los camerinos (porque pues claro, era con apoyo de la embajada) y estuvimos un rato platicando con los actores. Parece que a la tercera presentación (ayer por la noche) sí fue más gente.
Ayer martes estaba buscando cotizaciones y revisando unos pendientes que me dio el embajador y de repente me hablan del consulad: "te busca una persona que es la hermana de la Lic. Alas, de México" yo no tenía ni las más transparente idea de quien pudiera ser la Lic. Alas, así que fui y me dice "¿cómo está? soy la hermana de Martha Alicia Alas, de la embajada de El Salvador en México y me pidió que, ya que venía hoy por mi visa, si le podía traer una reposteríade Santa Ana" (Santa Ana es otro de los Departamentos de El Salvador, al extremo noroeste, haciendo frontera con Guatemala) y pues claro que me acordé, que había sido una de las personas de la embajada en México que me recibieron y me estuvieron dando consejos para cuando viniera y bueno, que me trajeran pan dulce... ufff!me hizo el día.
A riesgo de sonar a cliché, creo que lo mejor de este país, es su gente, porque es cálida y amable, y la tonadita que emplean al hablar se me hace como linda, me gusta... Sigo aburriéndome mucho, pero me voy a costumbrando al lugar y en realidad no se siente uno fuera de México.
Los extraño mucho y les mando abrazos / besos con mucho cariño
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