Les voy a contar un poco de mi Semana Santa, pero antes, les platico de un lugar al que fui la semana anterior y que por tiempo debió haber sido mencionado en el mensaje anterior, pero ya me está pegando duro el Alzheimer y se me pasó, pero les cuento que el jueves antes de semana santa fui con la politur a un lugar que se llama Santa Tecla, en el departamento de La Libertad; es este un municipio que ahora está dentro del área metropolitana de San Salvador, pero que fue fundada como ciudad de Nueva San Salvador en 1854 a consecuencia de un gran temblor que destruyó gran parte de la capital y entonces se pensó establecer la capital en los llanos de Santa Tecla que aparentemente los creían más seguros, sin embargo a los 4 años el proyecto de mudar la capital fue abandonado y siguió en el mismo lugar, pero la población que se había fundado empezó a prosperar porque fue una cuidad planeada y que tuvo todo el apoyo del gobierno. Bueno, ahí tuvimos oportunidad de visitar su plaza principal; el antiguo palacio municipal, que ahora está en restauración para ser casa de cultura y su iglesia principal, que con el terremoto de 2001 se quedó medio caída y pues está cerrada y quien sabe cuando quede, lo cual es una lástima, porque está muy bonita en un estilo neogótico.
Bueno, regresando a la Semana Santa, el miércoles me tocó ver algo que, por lo menos en México, nunca me tocó ver, fui a un centro comercial a dar la vuelta y vi un montón de gente reunida; al acercarme vi que un grupo de niños estaba representando un via crucis en medio de las tiendas, me llamó la atención... en fin, como el miércoles por la tarde me hablaron del Sheraton para decir que ya estaba mi tarjeta VIP, pues fui a recogerla y el jueves me fui toda la mañana en el hotel: estuve un buen rato en el gimnasio (prometo que seré constante en el ejercicio), luego un rato en la alberca y luego comí en el restaurante del mismo hotel; obvio la comida sí costaba y no muy barato que digamos, pero fue un buffet bastante generoso, con champagne ilimitado, además con la tarjeta VIP hacen descuento del 15% y como además estamos exentos del IVA, pues fue un buen descuento jeje. El mismo jueves fui a misa en la noche, quería ver si tienen las mismas tradiciones que en México, pero creo que la iglesia que me queda cerca del depa no hace muchas tradiciones... en fin, fue la tarde y la noche del jueves.
El viernes santo me fui temprano al Puerto de La Libertad, con un chavo que se llama Marcelo y que conocí en la caminata al Volcán de Santa Ana; él trabaja en San Salvador, pero su familia vive en La Libertad y me dijo que si no me quería ir por el día allá y pues me fui con él, fue mi primer viaje en colectivo salvadoreño y la verdad sí están horribles, parecen más viejos que los camiones viejos de la Ruta 100. El Puerto La Libertad fue, por muchos años, el principal puerto salvadoreño, aunque ahora esa posición la tiene un lugar llamado Acajutla; es, para los de San Salvador y guardando toda proporción, lo que Acapulco para los habitantes de la ciudad de México y entonces, como podrán imaginar, pues todos los capitalinos estaban allá; claro, hay zonas populares y zonas exclusivas, yo fui a la zona popular y estuvo bien, pude ver el viacrucis organizado por la población local y ver las alfombras de semillas y aserrín que elaboran las familias y los grupos religiosos para el Viernes Santo, comí en casa de este chavo: arroz y pescado envuelto en huevo y de postre torrejas con miel de atado (el atado es piloncillo o panela), estuvo muy bueno y, me cuentan, es una comida muy tradicional de Viernes Santo aquí; luego de eso, me dieron un aventón a San Salvador y me dejaron en mi casa, obvio el traslado en coche fue mucho más rápido que en bus.
Luego de tomar un baño, a eso de las 4 de la tarde, oí ruido de banda militar y salí a ver de que se trataba y había una procesión que llaman del Santo Entierro y es que aquí, más que Viacrucis, hacen este tipo de procesiones, que son muy parecidas a las españolas, con un grupo grande de hombres llevando en hombros una imagen de Jesús que han descendido de la cruz y pues es muy solemne, en algunos casos, incluso, los de la hermandad que organiza, llevan túnica y la cabeza cubierta con esos capirotes picudos; la procesión era de las Fuerzas Armadas de El Salvador y me fui siguiendo hasta su destino, que resultó ser la Pre Catedral de la Diócesis para las Fuerzas Armadas de El Salvador y pues ahí terminó la procesión con una oración, luego de la cual me regresé a mi casa ya como a las 8.
El sábado me tocó venir a la Embajada, pues aprovechándose del nuevo, me tocó guardia y, pues tuve que venir un rato en la mañana, revisé que todo estuviera en orden, que no hubiera llegado ninguna comunicación urgente, le hablé al embajador y luego me fui un rato a la alberca del sheraton y luego me fui a comer a casa, salí luego a dar la vuelta y que se suelta la primera lluvia fuertecita del año.
Y bueno, de ahí hasta el martes hice algo más, un chavo que está haciendo su servicio social aquí en la Embajada, que por cierto es mexicano, pero su mamá es salvadoreña y se vinieron acá cuando la señora se jubiló y está estudiando relaciones internacionales aquí, me invitó a tomar una cerveza con sus amigos de la uni y pues como estoy ahorita en actitud de no decir que no a nada (bueno, casi a nada), pues acepté, estuvimos un rato en un bar (el primero al que voy desde que llegué), igual a muchos bares de México, no de los más elegantes, pero estuvo bien el rato.
Finalmente, ayer, estaba terminando el día y llegaron Morelú y Mario, un matrimonio que conocí cuando la obra de Juárez, venían a ver si quería dar una vuelta para conocer algo que no conociera y pues claro que dije que sí, fuimos a un lugar que se llama Pricemart, que es algo muy parecido al Costco y luego ¡por fin fui al pollo campero! Para los que no saben que es eso, es una cadena de comida rápida centroamericana y desde que estaba en México había oído del pollo campero, entonces, pues quería ir y sí, está muy sabroso: es como KFC, pero se siente más natural y más sabrosito...
Pues creo que de momento es lo más relevante que me ha pasado, cuídense mucho y no olviden que los extraño mucho y los quiero más.
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